En uno de mis cursos en el instituto la profesora de inglés nos obligaba a comprar unos libros de gramática. Pero una decidió Imprimir libros, pero de lo que no se dió cuenta es de que iba a fotocopiar el libro de gramática ya escrito. No os podéis imaginar el cabreo que se cogió la profesora al ver que esta chica estaba intentando colarle unas hojas fotocopiadas ya rellenas previamente a ser copiadas. Esta chica se sentaba detrás de mi compañero de pupitre, por lo que no me quedó más remedio que tener que mantener la compostura y no reírme delante de la profesora mientras le estaba regañando, pero mi compañero de pupitre que le encantaban esta clase de situaciones, hacía todo lo posible para que yo me riera y hacerme quedar mal delante de la profesora.
Los años que pasé en el instituto, fueron para mi los mejores de mi vida, ya que nunca había conocido tanta gente y me lo había pasado tan bien. Cuando le preguntaba a mis hermanos mayores y a mis primos sobre cómo era el instituto me decían que era una cosa completamente diferente a cómo fue en la realidad, me lo pintaban bastante mal como si fuese un estilo de cárcel y en cuanto pasaron un par de días me di cuenta o de que me estaban mintiendo o que este instituto era completamente diferente a los que mis familiares conocían. También he de decir que mi instituto era nuevo el año en el que entré y por eso conocía a tanta gente. Ya que al ser nuevo, el primer año éramos nueve clases del primer curso del instituto, ni tan siquiera cabíamos todas las clases en el mismo pasillo, tres de ellas las tuvieron que mover al piso superior. MI clase el primer año era la última del pasillo, por lo que no me quedaba otra que pasar por delante de todas las clases y acababas conociendo a casi todo el mundo. MI instituto fue bastante familiar y fue algo que todos agradecimos porque era nuestra primera experiencia fuera de nuestros colegios.