Cuando una mujer es madre su hijo se convierte en una prioridad en su vida. Alimentarlo correctamente es fundamental y por eso muchas escogen la alimentación natural dándoles el pecho a sus bebés. Todos los médicos están de acuerdo en que cuando es posible dar leche materna a los niños, esta es la mejor opción para desarrollar sus defensas y que crezca muy sano. Pero cada vez son más las madres que prolongan la lactancia más allá de los primeros meses de vida.
Durante el embarazo el cuerpo de la mujer sufre muchos cambios y eso incluye sus pechos, que generalmente se llenan durante los últimos meses de la gestación aumentando significativamente su tamaño. Mientras se da de mamar, la leche se acumula en ellos y el tejido graso que se ha formado durante el embarazo se convierte en fuente de energía para la madre.
Pero una vez que se abandona la lactancia muchas mujeres descubren que sus pechos tienen un aspecto bastante diferente al que tenían antes de ser madres, sobre todo si han tenido más de un parto. Lo más habitual es que los pechos se vean caídos, algo que suele ser más frecuente cuando la madre ya no es muy joven y su musculatura no está trabajada, aunque puede ocurrir a cualquier edad.
En ocasiones los pechos se quedan con apariencia vacía una vez que el niño ya no mama y se puede ver claramente un exceso de piel. Para mejorar todo esto se puede practicar una mastopexia. La mastopexia es una intervención que se realiza para elevar las mamas y que en muchas ocasiones se realiza a la vez que la mujer se coloca implantes para rellenar los senos y dejarlos del tamaño que eran antes o aprovechar para aumentarlo.
Se realiza un corte en la aureola y se elimina el exceso de piel. Si hay mucha piel sobrante puede ser necesario otro corte en la base del pecho. Si se va a colocar un implante se puede optar por uno anatómico, más natural, o por uno redondeado. Se recoloca el pezón y la aureola en su lugar correspondiente y el pecho queda reconstruido. Es una intervención rápida, que no precisa de hospitalización y que tiene una recuperación sencilla, aunque evidentemente la mujer estará dolorida durante unos días y deberá de tomar calmantes, así como seguir un control médico.