Entre las razones preferir las pegatinas para barcos es que protege la pintura, lo que ayuda en su conservación, ya que este material está especialmente diseñado para resistir años de sol, agua y sal.
Los vinilos para barcos no dañan la superficie y son fáciles de remover, algunas veces hasta es más económico que pintar, puedes cubrir cualquier superficie de dándole un aire fresco y renovado al interior.
También resulta más conveniente cuando quieres hacer un cambio en la decoración, es más ecológico que tratar de personalizar con pintura de aerógrafo, y además económico.
Las pegatinas o vinilos decorativos para barcos vienen texturizados, (relieves que dan la impresión de cepillado, titanio u oro), cosa que no puedes obtener pintando.
Trucos para instalar pegatinas en los barcos
Decide si lo que quieres usar es para revestir el barco completo o en sitios estratégicos, lo que sea que decidas, debe estar por encima de la línea de flotación.
Por encima de esa línea se puede forrar prácticamente todo el barco, casco cubierta, cuarto de mandos, camarotes. Y cualquier tipo de vehículo marítimo, velero, bote, yate, lancha o moto acuática.
Planifica la cantidad de vinilo requerido, recuerda que son muchas curvas, estas suelen presentar ciertas dificultades si el diseño es muy complejo.
Presenta el diseño, las partes más críticas son las zonas curvas, tomate tu tiempo, presenta cada parte antes de adherir.
Para facilitar el proceso emplea imprimación con una cola especial, especial para conservar la pegatina en las curvas más pronunciadas.
Minimiza el número de empalmes, para ello debes comenzar el forrado desde la parte de atrás (popa), siempre jalando al contrario y presionando la superficie, eso también reduce las burbujas.
De esta manera los empalmes quedan en la misma dirección en que sopla el viento o la corriente, y no ejercerán resistencia que pueda despegar la pegatina.
El vinilo puede durar años, pero puedes reforzarlo con un buen laminado.
Procura que este laminado final sea de la misma marca del vinilo, así resistirá mucho más el trato del mar, como el balanceo, el sol y el salitre, así como algún roce con otros barcos o con el muelle.
¡Sella bien el acabado y trata de que no quede en curvas, tendrás un acabado profesional en tu bote, con paciencia y esmero se puede lograr!