Hace ya muchos años que una de mis amigas de la adolescencia fue profesora en la universidad de Granada, pero por desgracia nunca tuve la oportunidad de visitarla porque en esa época no estaba trabajando y no disponía de dinero para hacer un viaje tan largo en el que casi me tenía que recorrer España entera. 

Ella cuando venía de vacaciones a su casa nos contaba que a veces le costaba mucho poder aparcar el coche cuando volvía de la universidad y que normalmente acostumbraba a reservar aparcamiento en Granada centro para de este modo no tener que perder el tiempo dando vueltas con el coche para poder aparcar. En los años que estuvo de profesora en Granada esta chica estaba realmente contenta y se le veía que le encantaba dar clases y que disfrutaba con ello. Su mejor amiga también era profesora, pero ella lo era en un instituto y he de decir que aunque también estaba bastante contenta por llegar a ser profesora pero se le veía que en el instituto tenía que luchar bastante contra algunos alumnos que no se portaban demasiado bien.

Cuando yo estudiaba en el instituto me di cuenta de que el trabajo de profesor es más duro de lo que parece porque tienes que aguantar un montón de cosas de unos adolescentes que se creen que lo saben todo y en realidad no saben casi nada. En esa época que yo estudiaba muchos profesores se iban de baja laboral por demasiado estrés y me parecía que era bastante lógico porque había algunos alumnos que de verdad se portaban muy mal y les intentaban hacer la vida imposible a los profesores. Con el paso de los años me he dado cuenta de todos los esfuerzos que han tenido que hacer todos los profesores que he conocido y por desgracia solamente se lo hemos agradecido una vez que ya habíamos crecido, por lo menos ese es mi caso, que no era un gran alumno pero intentaba ser respetuoso siempre en todo momento y mis profesores con los años me lo han reconocido siempre.

por paco