Desde hace tiempo, los relojes han dejado de ser ese aparato que servía exclusivamente para dar la hora. Quién ahora tiene un reloj que solo vale para informar de la hora, tiene un aparato anticuado y bastante obsoleto. Hoy, en la muñeca, se lleva todo tipo de información.
Por ejemplo, las pulseras de actividad. Son tan completas que te dicen cuántas horas has dormido, cuánto hasta caminado y hasta te dan un recorrido completo de todos los lugares por los que has pasado. En los últimos tiempos, este tipo de pulseras incluso han servido para demostrar que una persona no ha estado en un lugar en el que la incriminaban en un delito o, por el contrario, para localizar a alguien que no deseaba ser localizado.
Pero estas pulseras son importantes, especialmente cuando hay alguien que está enfermo y que gracias a ellas pueden saber cuándo algo va mal o recibir una alarma para saber que es el momento de tomarse una pastilla o de ponerse una dosis de insulina. Cada vez son más las actividades que, en el campo de la salud, pueden tener este tipo de relojes. Y se les llama así porque, cuando no están con otra función, tienen la apariencia de un simple reloj que nos indica la hora.
También sabemos que el reloj puede decirnos cuando recibimos un mensaje en el teléfono, incluso nos permite leerlo. Y, por supuesto, nos pita ante una llamada para que no nos perdamos ninguna comunicación por tener el móvil en un bolso o en un maletín y no escuchar que nos están llamado.
Pero ahora podemos encontrar incluso un reloj con tv que nos permite ir viendo un programa mientras vamos en el metro o el autobús o en cualquier lugar en el que nos encontremos. Y con una pantalla pequeña pero de muy buena calidad.
Si en los años ochenta el reloj calculadora era lo más de lo más y cualquier niño que tuviera uno era el rey de su clase, ahora las cosas son muy diferentes y dar la hora, es casi lo menos importante de un reloj. De hecho, no sería necesario para eso ya que todos tenemos un teléfono en el que podemos verla. Por eso, han tenido que tirar de ingenio y buscar tantas funciones como sea posible para que el reloj siga siendo un gran aliado tanto de los jóvenes como de los mayores.