La vitivinicultura gallega alcanza su máxima expresión en las Rías Bajas de Pontevedra, sede de innumerables bodegas de gran solera: Mar de Frades, Quinta Couselo, Pazo Baión, Santiago Ruiz, etcétera. Desde luego, una oferta generosa donde descubrir los mejores caldos elaborados con la icónica uva de Albariño.

 

Una de las mejores opciones para degustar el albariño cambados es en la Bodega Albamar. Esta bodega familiar cuenta con 25 años de historia dedicada a la preparación de vino albariño con una personalidad inigualable. Sus viñedos se sitúan mayormente en la desembocadura del Río Umia, aunque la bodega en sí se emplaza en Cambados. Uno de sus mejores productos es el albariño Albamar.

 

Por su parte, la Bodega Mar de Frades desarrolla su actividad desde hace 30 años en Val do Salnés, donde atesora siete hectáreas. Sus primeros albariños vieron la luz en 1987, y muchos de ellos han sido galardonados con el premio Decanter World Wine Awards, nada menos.

 

80 años de tradición vitivinícola descansan sobre las Bodegas Santiago Ruiz, ubicada en el concello do Rosal del Baixo Miño. A diferencia de los vinos de otras bodegas, la producción que ostenta el sello Santiago Ruiz (uno de los impulsores de la D.O. Rías Baixas, dicho sea de paso) son limitados, lo que acrecienta su valor para los paladares más exigentes. Los más curiosos no deben dejar pasar la oportunidad de explorar su historia en el museo de la bodega de San Miguel de Tabagón, la más antigua de la casa.

 

El origen de las Bodegas Pazo Baión se funde con la historia vitivinícola de su provincia, pues se estima que esta distinguida bodega se remonta al siglo XV. Se sitúa en Vilanova de Arousa, y sus viñedos se dedican en exclusiva a las uvas de Albariño.

 

Los responsables de las Bodegas Quinta Couselo llevan más de medio siglo elaborando un vino con D.O. Rías Baixas, en una finca que perteneció al Monasterio de Oia. Además de las uvas Albariño, esta bodega cultiva las cepas Loureira, Treixadura y Caiño Blanco.

por paco