Son ecológicas, secan sin desprender olores y resisten al moho y las manchas. Las pinturas al agua se dividen en dos grupos (acrílicas y vinílicas) y se caracterizan por el uso de H2O como diluyente, en lugar de las resinas y disolventes sintéticos de otras soluciones. Se trata de una pintura para madera, plástico, vidrio y metal con propiedades únicas.

La rapidez de su proceso de secado es una de ellas. Este tipo de pintura seca completamente en un periodo de cuatro a seis horas, lo que permite aplicar varias capas durante un mismo día. Con ello, se logra una cobertura más uniforme y acabado más estético y profesional.

Otro beneficio de las pinturas al agua es la sostenibilidad de su composición. Se formulan con un aglutinante acrílico sobre una base acuosa. La ausencia de disolventes químicos y de sustancias tóxicas hacen de estos productos una solución muy eco-friendly.

Por su dilución en agua, estas pinturas al agua carecen de compuestos orgánicos volátiles, perjudiciales para la salud humana y especialmente críticos para los colectivos vulnerables (embarazadas, menores de edad, etcétera). Sin estos vapores contaminantes, la decisión de renovar la pintura de las paredes no compromete la salud y bienestar de la familia.

Las pinturas o esmaltes al agua presentan una alta resistencia. La acción de frotar las manchas de moho y de suciedad no comprometen la integridad de la capa de pintura. Basta una mezcla de agua tibia y jabón neutro para limpiar la pared de forma periódica. Además, la decoloración progresiva que sufren otras pinturas, está ausente en estos productos con base acuosa.

La diversidad de acabados de las pinturas al agua es otra de sus fortalezas. Se comercializan productos con acabado mate, satinado y brillante, compatibles con una extensa gama de materiales y superficies: desde las maderas nobles hasta el metal, el ladrillo, el cemento o el plástico.

por paco