¿Eres partidario de los calzados cordones o eres de los que buscan la comodidad de los velcros? Ambos sistemas tienen sus puntos a favor y también sus puntos en contra y vamos a repasarlos para poder decidir con mayor conocimiento.
Los velcros tienen a su favor la gran comodidad a la hora de ponerse y quitarse los zapatos. Esto hace que sea el sistema perfecto para niños pequeños que todavía no saben atarse los cordones. De hecho, en muchos centros de educación infantil exigen calzado de velcro para no tener que estar pendientes de atar cordones todo el día.
Por este mismo motivo también son perfectos para personas mayores a las que les puede costar hacer nudos debido a la artrosis o a la artritis. Resultan más seguros para ellos porque no corren el riesgo de que se deshaga un nudo y pisen un cordón acabando en el suelo, con lo riesgosas que son las caídas a determinadas edades.
Pero los velcros también tienen puntos en contra y el más importante seguramente sea el estético. No es el tipo de cierre más elegante ni más bonito y, aunque es perfectamente válido en zapatillas deportivas altas, en la parte baja o en las zapatillas bajas el cordón resulta más atractivo.
Y es que precisamente una de las ventajas de los cordones es que permiten personalizar el calzado de diversas maneras. Pueden usarse cordones de colores e incluso unirse un par de cordones finos para crear otro más grueso y bicolor. Pueden atarse cruzados en línea o incluso de otras formas más originales y divertidas. Y pueden acabarse en lazada o esconderse para que no se vea la cuerda al final.
También se puede elegir entre cordón plano y redondo e incluso se pueden usar cordones elásticos que permitan calzarse y descalzarse sin deshacer la lazada. Las posibilidades son muchas y muy variadas y no solo para las deportivas, sino para otros tipos de zapatos sport.
Sus inconvenientes también son obvios y muchos de los mismos ya han sido comentados: dificultades para hacer las lazadas, peligros por los cordones sueltos y podríamos añadir que es más complicado regular la presión. Por ejemplo, si tras andar un rato las deportivas comienzan a apretar porque el pie hincha, con los velcros es muy sencillo y rápido aflojar un poco y aliviar la presión, mientras que con los cordones el proceso es más laborioso.