Hemos vivido una época de locos con el apartamento de alquiler. De la euforia a la depresión, para pasar a un nuevo momento de euforia. El apartamento era un piso antiguo que heredamos y que, al principio, no teníamos muy claro qué hacer con él. Venderlo fue nuestro primer pensamiento porque era lo más sencillo, pero pronto nos dimos cuenta de que no era lo más inteligente desde un punto de vista económico. El piso estaba en bastante mal estado con varios problemas que reducían mucho el precio de venta.

Así que pensamos en arreglarlo primero para luego venderlo a un mejor precio, aunque nos costara un buen dinero. Pero lo vimos como una inversión. Lo que pasó después fue que, una vez arreglado, nos costaba venderlo, deshacernos de él. Y pensamos en alquilar una temporada como apartamento turístico para ver qué tal funcionaba. 

Para ello hicimos una segunda reforma, mucho más sencilla, de cara a adaptarlo como apartamento, sobre todo a nivel de complementos y decoración. Incluimos, por ejemplo, Estores para marco de ventana a medida, para aquellas ventanas que no tenían persiana. La idea era crear una imagen bonita para que gustase a los clientes ya desde que vieran las fotos en las webs especializadas.

Por supuesto que, de vender el piso sin arreglar a hacer dos reformas, el gasto subió considerablemente. Pero en cuanto pusimos el piso en alquiler no paramos y nos dimos cuenta que habíamos acertado. No obstante, no nos esperábamos (como todos) lo de la pandemia que provocó que volviéramos a dudar del futuro del piso. Estamos contentos con la reforma, con todos los detalles como los Estores para marco de ventana a medida. Así que se nos volvió a pasar por la cabeza vender porque íbamos a sacar más dinero que antes.

A pesar de todo, fuimos pacientes (no recibimos ninguna oferta a la altura) y la pandemia se fue relajando hasta que ha vuelto la euforia durante el verano. Y nuevamente reservas completas casi todos los días. Así que, en principio, seguiremos con el piso sin venderlo.

por paco