Cuando nos roban el bolso, la mochila o la chaqueta y dentro están las llaves de casa es normal sentirse preocupados, especialmente si además había documentación que pueda indicar donde vivimos. En estos casos, aunque contemos con juegos de llave auxiliares y podamos entrar en el domicilio lo mejor es no correr riesgos.
Lo primero es realizar la denuncia en comisaría y, al momento, llamar a un cerrajero barato urgente en Santander que acuda en el menor tiempo posible para cambiar la cerradura de casa y darnos nuevas llaves. Y recomendamos ir primero a comisaría ya que si no tenemos documentación para identificarnos ni llaves de la casa es posible que nos pidan esta copia antes de abrirnos la puerta.
En algunos casos, incluso pueden llamar a la policía para confirmar la denuncia o para que ellos estén presentes en la apertura de la puerta y tras la misma podamos acreditarnos como los propietarios del piso.
Es importante hacer recuento de todo lo que se llevaba en el bolso o mochila, ya que quizás, además de las llaves de casa pudiéramos tener llaves de algún negocio o de nuestro trabajo. En caso de ser así, hay que comunicarlo inmediatamente para que también puedan tomar las medidas de seguridad que consideren oportunas.
Del mismo modo, hay que avisar al gestor de la comunidad de propietarios o al presidente si se han robado llaves como la del portal o la del garaje de la comunidad, así como mandos a distancia. Lo más prudente en estos casos es decidir el cambio de los mismos para mayor tranquilidad de todos los vecinos.
Si no se está seguro de que las llaves hayan sido robadas, sino que se sospecha que puedan haberse perdido lo correcto es actuar del mismo modo, ya que ante la duda de que esas llaves pudieran estar en poder de alguien que sepa a quién pertenecen, lo mejor es prevenir.
Pagar a un cerrajero urgente puede parecernos caro, pero nos saldrá mucho más barato que llegara casa y encontrar que ha sido totalmente desvalijada ya que aquí no se trata solo de un daño material, también de la sensación de inseguridad que nos quedará para siempre tras haber entrado alguien en nuestra casa.
Y eso por no hablar de la posibilidad de que los ladrones pudieran tratar de entrar en la vivienda cuando estemos dentro con nuestra familia.