Vaya por delante que nunca confié demasiado en los clubes que montan las marcas comerciales. Siempre tenía la sensación de que para ganar cualquier premio o tener un descuento importante, había que consumir los productos de dicha marca más de lo que un ser humano podía hacer en vida. Valgan de ejemplo aquellos premios de las empresas tabaqueras: ¿realmente alguien ganaba el Mustang descapotable rojo que ponían siempre como reclamo?
Así que cuando mi mujer se empeñó en hacernos del club capsa yo fruncí el ceño. Siempre hemos sido grandes consumidores de productos de Central Lechera Asturiana, pero no sabía si consumiríamos ‘lo suficiente’ para que el club nos resultase rentable. De todas formas, tampoco perdíamos nada, así que empezamos a acumular los puntos que aparecen en los envases de los productos de la Asturiana.
Tengo que admitir que al principio nos liamos un poco con el funcionamiento. Existen tres categorías en el club: plata, oro y diamante. La categoría a la que perteneces depende de los puntos acumulados en el último año. Por ejemplo, si tienes entre 300 y 600 puntos estarás en la categoría oro y si tienes más de 600 en la de diamante. Por supuesto, a superior categoría más ventajas y premios.
¿Y cómo canjear los puntos? Recuerda que los puntos aparecen en los códigos de diez caracteres que aparecen en los envases de los productos de Central Lechera Asturiana. Para sumar puntos hay que darse de alta en el club capsa y canjear los puntos.
Y ahora, lo más interesante. ¿Qué podemos conseguir perteneciendo a este club y acumulando puntos? Lo primero es que entras a formar parte de sorteos de regalos. Pero además, puedes obtener descuentos en la tienda online de la Asturiana, conseguir regalos de forma directa además de obtener descuentos en diferentes planes de ocio, casi siempre dirigidos a toda la familia. Por ejemplo, puedes obtener un 10% de descuento en hoteles de la cadena Iberostar.
Con la cantidad de leche y otros productos de la Asturiana que tomamos en casa, estamos sacando partido al club. Y confiamos en que el próximo sorteo de la GoPro nos sonría la suerte. Crucemos los dedos.