¿Cuál es el primer nombre que te viene a la cabeza cuando piensas en un seguro médico de la mejor calidad? Seguro que ese nombre es adeslas, ya que es una compañía líder en un sector altamente competitivo. Pero, ¿por qué podemos afirmar que es un seguro de la mejor calidad? ¿Qué lo diferencia del resto?
Cuando analizamos los seguros médicos privados del mercado, a primera vista nos puede parecer que todos son similares. Pero es cuando rascamos un poco más a fondo cuando vemos las diferencias y nos damos cuenta de que, realmente, no son tan iguales como puede parecer. ¿Pero en qué consisten estos detalles que marcan la diferencia?
Para empezar, una de las diferencias más importantes viene de la mano del cuadro médico. Un buen seguro es aquel que tiene a los mejores médicos y a los mejores hospitales. Esto es algo indiscutible. Pero los mejores centros y profesionales no están en todos los seguros, por lo que aquí comienzan a marcarse las distancias. Esto es algo muy importante que hay que comprobar antes de contratar, ya que si los profesionales o centros en los que confías no están incluidos en la póliza, ¿de qué te sirve el seguro?
Otra de las diferencias más notables se ve en las ciudades y poblaciones de menor tamaño. Los seguros que no tienen tanta fuerza, con frecuencia no llegan a este tipo de lugares, por lo que las personas que los contratan se ven obligados a desplazarse a las ciudades grandes o a las capitales de provincia. Y esto hace que no salga muy a cuenta tener el seguro, ya que es incómodo utilizarlo. Una de las cosas que más se agradecen en un seguro es poder ir a urgencias en hospitales poco masificados, pero si ese hospital te queda muy lejos, ya no te supone ventaja alguna.
Además de estas diferencias de gran importancia, hay otras que también tienen su peso, como la cantidad de opciones a la hora de contratar. Adeslas permite una gran cantidad de opciones, por lo que la persona contrata prácticamente a la carta el tipo de seguro que quiere y en la modalidad que le resulta más oportuna. Así, solo paga por lo que realmente va a usar y en la proporción que le sale más rentable. Y solo los mejores disponen de opciones muy específicas, como seguros para gente de la tercera edad, que suelen ser los grandes olvidados.