Cuando se piensa en reformar baño automáticamente viene a la cabeza la idea de quitar la bañera para poner una ducha. Pero lo cierto es que no siempre es la mejor idea y que hay muchas personas que adoran disfrutar de un buen baño. Por eso, hemos hecho una lista de cuatro razones por las que sí se debería de conservar al menos una bañera en casa. ¿Te sientes identificado con alguna de ellas? Si es así, quizás deberías de mantener tu bañera en la próxima reforma.
1) El placer de un buen baño es incomparable. La ducha puede ser buena, puede ser relajante, incluso muy sana. Pero el placer de un baño de agua caliente con espuma después de un duro día de trabajo no es comparable con nada. Para muchas personas, es uno de esos pequeños placeres que hacen que la vida tenga sentido.
2) Los niños disfrutan mucho de una bañera. Si los adultos disfrutamos de la bañera los niños lo hacen por partida doble. Les encanta bañarse y el tiempo del baño se convierte en tiempo de juego y de relax si hay una bañera de por medio. Te encantará compartir ratos con ellos mientras ven flotar sus juguetes y dejan volar su imaginación contándote divertidas historias. Seguro que te alegras cada día por no haber elegido un plato de ducha para tu cuarto de baño.
3) Es un detalle elegante en cierto estilo de baños. Si te gusta el diseño, la bañera puede formar parte de los mejores estilos de cuarto de baño. Por ejemplo, ¿qué sería de un baño estilo vintage sin una bañera de pies? Realmente no sería lo mismo. O un baño estilo colonial ¿podría ser igual sin una bañera que no solo es importante, sino que es el elemento principal de la habitación?
4) Si todavía eres joven, ¿por qué no? Es cierto que entrar en una bañera puede tener sus dificultades para una persona mayor. Pero si eres una persona joven que acabas de comprar tu casa y la estás reformando no tienes por qué pensar en lo que te costará entrar en la bañera dentro de treinta o cuarenta años. Disfruta ahora de ella y cuando llegue el momento, estará perfectamente amortizada y podrás cambiarla por un plato de ducha, que seguro que para aquel entonces son mucho más modernos e increíbles que los de ahora.