Es el eterno dilema y motivo de muchas discusiones entre padres, madres e hijas. Normalmente, a los progenitores les gusta que sus hijas sean niñas durante más tiempo del que ellas aceptan sentirse así y siempre hay una franja de tiempo en el que es complicado saber si la niña se debe de vestir como niña o ya ha dejado atrás ese punto y debe de empezar a adoptar códigos de vestimenta de chica.

Muchas personas creen que existen dos fronteras de edad para realizar los cambios en el vestir. Una son los tres años, cuando se deja definitivamente atrás la ropa de bebé y otra es a los nueve o diez años, que se deja de usar la ropa de niña, propiamente dicha. Estas edades, han cambiado con el tiempo ya que a  mediados del siglo pasado era normal que las niñas vistieran como tal hasta los quince años. Esa edad se ha ido rebajando poco a poco con el paso del tiempo.

Otros, creen que no es tanto una cuestión de edad como de desarrollo. Hay niñas que dan un gran estirón antes y que con ropa infantil o complementos ceremonia niñas ya no se verán bien, incluso no encontrarán sus tallas. Otras, por el contrario, pueden ponerse estas prendas un poco más de tiempo.

Y no está solo el desarrollo físico, sino también el desarrollo de su personalidad y su madurez. Hay niñas que con doce o trece años siguen siendo niñas y les gusta vestir ropa más infantil, mientras que otras, la mayoría se siente y visten ya como adolescentes. 

Hay que tener en cuenta que hoy los niños dejan el colegio a los doce años y comienzan a ir al instituto. Aunque en sus clases todos los compañeros son de su edad, en el centro van a ver a chicas mucho mayores que visten de una manera muy diferente y que se van a convertir en sus modelos a imitar, junto a otras artistas que puedan admirar.

Aunque los padres siempre tienen que llevar un control de sus hijos, sobre todo a edades en las que todavía son muy jóvenes y muy influenciables, hay que darles siempre un espacio para que comiencen a experimentar, también con la ropa, hasta encontrar su propio estilo y personalidad. Aunque esto suponga que, en muchas ocasiones, a los progenitores no les guste nada que las que para ellos son sus niñas, dejen de vestir como tales.

por paco