Estaba sucediendo una emergencia médica y necesitaba algunos medicamentos. Como no podía esperar hasta el día siguiente para ir a mi farmacia local, tuve que buscar una farmacia de guardia en Ferrol. Estaba usando mi teléfono para encontrar la dirección cuando me di cuenta de que tenía el GPS apagado. Decidí encenderlo para verificar mi ubicación actual, sólo para descubrir que estaba completamente fuera de mi camino.
Me había extraviado sin querer mientras miraba el GPS en lugar del camino correcto. Me había equivocado al dirigirme a Ferrol desde Carballo y ahora me encontraba casi a mitad de camino hacia La Coruña. Intenté regresar pero aparentemente estaba demasiado lejos. Entonces decidí seguir hacia la capital gallega por si acaso pudiera encontrar alguna farmacia allí.
Mi búsqueda fue exitosa; conseguí lo que necesitaba después de pasear por La Coruña durante un tiempo. Afortunadamente, el calor era sofocante, así que pasé gran parte del tiempo refrescándome con bebidas heladas antes de echarme a la carretera para regresar a casa en Carballo.
Haberme perdido fue realmente un viaje inesperado. Cambiar la ruta inicialmente planeada fue la única opción que tenía ante la situación; así que todo salió bien al final, gracias al trabajo arduo y los buenos momentos pasados en esas ciudades hermosas y la gente amigable con la que me crucé durante el viaje.