La carne de cordero es muy popular en nuestro país, pero sobre todo en la zona de Castilla. Y si hablamos de Castilla León podemos nombrar allí a algunos de los mejores restaurantes especializados en este tipo de platos. Pero hay otras zonas en las que no es tan habitual su consumo, siendo mucho más solicitada la carne de ternera o la de cerdo.
En restaurantes del norte, por ejemplo, no siempre es posible encontrar cordero en la carta y este se limita a algunos lugares especializados o a días concretos en los que se hace este tipo de comida. Pero es una carne que tiene muchos seguidores y, si tuvieran una oferta disponible, seguro que más de uno se apuntaba a degustarlo, tanto porque le guste comerlo de vez en cuando como si no lo ha hecho antes y quiere probarlo por primera vez.
Una buena forma de tenerlo disponible en el restaurante es contando con un Distribuidor de cordero congelado que permita tener el producto siempre a mano y realizar los platos con tan solo encargarlos de un día para otro. O incluso aprovechar que está disponible para, una vez a la semana, ofrecerlo en el menú e ir estudiando su demanda. Tal vez, sea lo que marca la diferencia respecto a otros locales y lo que atraiga a un público que busque una oferta un poco más diferente y original.
Es importante aprender a cocinar bien el cordero para que el plato tenga éxito. La forma más popular de consumirlo es asada y para que quede sabroso hay que hacerlo a fuego medio para que la carne se cocine bien y subir la potencia al final para que la piel se quede tostadita. Cuando el resultado es bueno, el contraste entre la piel crujiente y el interior blando y jugoso es irresistible.
Existen diferentes tipos de cordero, pero el más demandado es el lechal, que es el cordero más joven. La carne de corderos de más edad también tiene su demanda, pero su sabor es más intenso y no agrada a todo el mundo. Las costillas son muy sabrosas pero la pierna de cordero, con algo más de grasa, resulta muy jugosa. Como cada persona tiene sus gustos, lo mejor es comprar el cordero por medias piezas para partirlo en raciones. Además, al adquirir estas medias piezas el precio es menor que si se compra troceado.