España es un país en el que celebramos todo comiendo y, además, comiendo en abundancia. Esto es una realidad sobre todo en la zona norte, pero en general en toda la península ya que nuestros vecinos de Portugal tampoco se quedan atrás en celebraciones gastronómicas.

Sin embargo, los tiempos han empezado a cambiar y cada vez hay más gente que a la hora de celebrar un banquete y obsequiar a sus invitados prefieren comer bien a comer en exceso. Por supuesto nadie está hablando de que un invitado pueda pasar hambre, algo que sería poco menos que una ofensa para alguien de nuestra cultura, pero tampoco se trata de que haya que celebrar cada acontecimiento de nuestras vidas con una indigestión.

A veces, lo mejor es comer de manera moderada y disfrutar de alimentos diferentes que no se degusten normalmente y que además estén preparados con delicadeza y mimo. Se trata de primar la calidad antes de la cantidad sin dejar de comer bien, insistimos en esto antes de que alguien nos acuse de sacrilegio cultural.

Por ejemplo, ¿realmente son necesarios los seis o siete platos que en algunas zonas son casi tradicionales cuando alguien se casa? ¿No sería mejor primar una excelente calidad en dos o tres platos impresionando por su buen hacer y su sabor en lugar de por la sucesión de comida que a menudo no se puede ya disfrutar?

Unos aperitivos a base de blinis con caviar, un buen jamón de reserva y quesos típicos de la tierra es siempre preferible a las diez o doce variedades de fritos y embutidos mediocres que a menudo se sirven en este tipo de eventos. Un primer plato de marisco si la tradición así lo marca puede estar bien, seguido de un plato con un pescado de buena calidad. La preparación del pescado no tiene por qué ser especialmente elaborada, sino que hay que dejar que se pueda disfrutar de la intensidad de su sabor.

Un asado a fuego lento, un chuletón a la brasa o carne de buey a la piedra son ejemplos de plato de carne de primera calidad. Si todo esto se riega con buenos caldos de la zona en la que se realice el evento y unos postres bien hechos y con todo el sabor de la mejor repostería casera, el éxito está asegurado.

por paco