Algunas personas acuden al médico en busca de informacion sobre colon porque tienen ciertas molestias y quieren saber si es posible que sufran un problema en este órgano. Pero ¿cuáles son las señales de alarma con las que el colon nos indica que algo va mal?

En muchos casos, las diarreas o el estreñimiento pueden ser indicadores de que algo no funciona como es debido en el colon. En la mayor parte de las veces, el diagnóstico será de colon irritable, un problema de origen desconocido que hace que algo funcione mal a nivel intestinal y que se intercalen episodios de diarrea con otros de estreñimiento.

Si además de estos problemas se suelen tener muchas flatulencias y se asocian los episodios de diarreas a ciertos alimentos o a estados nerviosos, las posibilidades de colon irritable aumentarán. Pero dado que no hay una prueba que diga que se sufre de colon irritable, sino que este diagnóstico se realiza por eliminación de otros problemas, lo normal será que el médico realice pruebas como por ejemplo un análisis de heces.

El análisis de heces permite ver si hay sangre en las mismas, lo que puede ser indicativo de un sangrado interno. Pero también puede encontrarse sangre por hemorroides internas o por pólipos sin importancia. En estos casos, el médico para salir de dudas pedirá que se realice una colonoscopia. Esta prueba permite ver el interior del colon y poder ofrecer un diagnóstico mucho más fiable.

Si le paciente no tiene nada que haga pensar en un tumor, seguramente la causa de la sangre aparezca en forma de hemorroide o de pólipo, el cual en algunas ocasiones se puede extraer durante la realización de la colonoscopia.

Tras descartar que pueda existir una enfermedad de otro tipo, el diagnóstico será de colon irritable y el tratamiento a seguir por el paciente tiene que ser personalizado. Si son los nervios los que pueden estar causando los brotes, el médico puede recomendar medicación para controlarlo, mientras que si esto es debido a una alimentación descuidada se podrá establecer una dieta.

El paciente debe de colaborar de forma activa, anotando qué alimentos le han sentado mal para ir elaborando una dieta adecuada a su caso particular. Aunque es posible tratar los brotes conseguir espaciarlos, el colon irritable no tiene cura y es un problema con el que habrá que aprender a vivir.

por paco