Un dormitorio bonito pasa por ser una habitación luminosa. Por eso, en la mayoría de los dormitorios principales las ventanas son de gran tamaño, para permitir el paso de la luz. Pero esta luz que tan bonita resulta tiene también sus inconvenientes. Uno de ellos es que el sol puede estropear los muebles de madera o los suelos, así como las telas de las cortinas.
Pero el principal problema es que muchas veces, para poder tener privacidad, hay que estar todo el día cerrando las cortinas y volviendo a abrir, sobre todo si nos cambiamos de ropa o queremos estar un rato tumbados en cama sin que nos vean desde otras viviendas. Por desgracia, la mayoría vivimos en pisos que tienen vistas a otras viviendas o en casas en urbanizaciones que raramente permiten disfrutar de un paisaje diáfano sin que nadie pueda ver el interior de la casa.
Las cortinas screen son capaces de resolver ambos problemas de una manera muy sencilla y además eficaz. Los tejidos screen son tejidos muy modernos y con una tecnología basada en micro agujeros que permiten el paso de la luz, pero no de los rayos perjudiciales para la madera y los tejidos. Por tanto, estaremos disfrutando de luz en la habitación, pero los muebles estarán protegidos y no sufrirán los desperfectos de la acción del sol.
Estos tejidos screen pueden tener diferentes grosores pero en general son opacos o semi opacos, por lo que no se ve el interior de la vivienda desde fuera, todo lo más alguna sombra o silueta. Por tanto, podremos cambiarnos, hacer deporte, tumbarnos en la cama a ver la tele y todo disfrutando de la claridad del día y de la máxima privacidad. Nos evitamos así el tener que pasar unas cortinas gruesas que permiten que nadie nos vea, pero que nos obligan a encender la luz para disfrutar un rato de lectura o para poder vernos bien en el espejo, incluso cuando son las doce de la mañana.
Además, los tejidos screen se fabrican en diferentes tonos para que siempre combinen con el resto de la decoración de la habitación y son muy elegantes, lo que hace que incluso sean válidos para el salón, el comedor y, en definitiva, cualquier estancia de la casa. Una gran alternativa para no tener que escoger entre la luz natural y la privacidad, preservando además el buen estado de la madera del hogar.