Hay mucha gente a la cual le encanta la leche y a otra mucha que no la puede ni ver delante, ese es mi caso ya que la leche, ya sea de vaca, de cabra, de soja o leche con fibra, no me gusta nada de nada y eso no va a cambiar. Y eso no es de ahora, ya desde niño fue una lucha constante de mi madre que al final acabó perdiendo cuando ya no pudo obligarme a tomarla por las mañanas. Una vez que acabé el colegio y empecé a ir al instituto fue cuando dejé de desayunar y de tomar leche y he de decir que no la he echado de menos desde entonces.
Se puede vivir perfectamente sin tener que tomar leche, aunque sí es cierto que tomo otros productos que proceden de la leche como quesos o yogures, los cuales están bastante buenos y siguen siendo una buena fuente de calcio. Estoy completamente seguro de que hay hoy en día un montón de madres que siguen teniendo la misma batalla cada mañana con sus hijos para que se tomen la leche que no les gusta.
¿Os acordáis cuando repartían leche en bricks individuales en los colegios? Y personalmente sí, no me la tomaba nunca, hasta que a uno de mis hermanos se le ocurrió decirle a mi madre que daban leche, y mi madre me obligaba a llevarla para casa para obligarme a tomarla, cosa que no iba a conseguir, un vaso de leche obligado en el desayuno me lo tomo pero un vaso de leche al mediodía ¿quién se lo toma? ni yo ni nadie, a no ser que te encante la leche, el cual no es el caso. Muchos de esos bricks individuales los tiraban desde las ventanas de los autobuses. que no es que esté bien, pero había que ver cómo nos reíamos aunque después nos solían castigar. Esas cosas ya no pasan por la calle, menos mal. Aunque seguro que los chavales de hoy en día hacen cosas mucho peores o de peor gusto que las trastadas que solíamos hacer nosotros cuando éramos jóvenes.