Cuanto mayor sea una ciudad, mayores tienden a ser sus problemas de movilidad. La regla se cumple sin excepciones en todas las capitales europeas, y la respuesta de las administraciones locales es idéntica: dificultar el acceso a las zonas céntricas mediante ordenanzas y protocolos regulatorios, sin remediar el problema de fondo, es decir, la escasez de plazas de estacionamiento. Frente a ello, los conductores adoptan distintas estrategias, como aparcar en horas poco concurridas, desplazarse con vehículos pequeños o Reservar Parking Lavacolla con suficiente antelación.

Con casi trescientos millones de vehículos en circulación, ciudades masivas como Madrid, Londres o Berlín plantean un reto a la hora de estacionar. Lograrlo requiere, en primer lugar, una cierta planificación. Tras conocer su itinerario turístico y el barrio o distrito en que se alojará, el viajero acertará al reservar un aparcamiento en las cercanías a través de Parkimeter, Parclick y otras aplicaciones similares.

Siempre que sea posible, deben evitarse las áreas congestionadas. En general, el parking es más escaso y codiciado y será más difícil encontrar una plaza disponible. Por esta razón, es aconsejable mantenerse alejado de las zonas más turísticas. Los aparcamientos más interesantes pueden ubicarse en barrios y distritos que, por su escaso valor para el visitante, pasen desapercibidas a la mayoría de los conductores.

Además, las horas punta convierten en un hervidero el centro de cualquier ciudad. Estas corresponden, entre semana, a la primera y última hora del día; en fin de semana, en cambio, suelen coincidir con el mediodía y el ocaso. Cuando exista la opción de estacionar en horas alternativas, será preferible para facilitar la búsqueda y localización de una plaza libre.

Los monovolúmenes, berlinas y SUVs carecen de la agilidad de los compactos y otras clases de vehículos pequeños. Decantarse por estos modelos ayuda a moverse por calles estrechas y a ocupar aparcamientos de menor tamaño.

por paco