Acudir a un establecimiento especializado en Alta Joyería Vigo no es algo que hagamos todos los días. Solemos reservar este tipo de visitas para ocasiones que requieren de un regalo realmente especial. Pero ¿cuáles son las ocasiones en las que más a menudo se regalan joyas caras? Veamos algunas de las más habituales:
-Aniversarios especiales. Evidentemente, cada año que pasas junto a la persona que amas es muy especial. Pero los aniversarios redondos, esto es, aquellos que significan una década, son los más importantes. Por supuesto, también están fechas todavía más significativas como las bodas de plata o incluso las de oro, para aquellos que han logrado que su amor sea para siempre.
-Cumpleaños muy emotivos. En el caso de las mujeres, cumplir los cuarenta era una fecha que marcaba algo especial. Para muchas, era un trago un poco complicado porque suponía dejar atrás la juventud y alcanzar la madurez. Como todo cambia, ahora esta fecha suele ser a los cincuenta. Una bonita joya ayuda a que este paso sea mucho más dulce. En el caso de los hombres no es que no pasen por crisis de madurez, pero las joyas se suelen reservar para la edad de la jubilación.
-El nacimiento de un hijo. Para muchas parejas, no hay momento más especial que el nacimiento de un hijo. Agradecerle a tu pareja que haya llevado durante nueve meses al bebé dentro y que lo haya traído al mundo es un bonito gesto. Y hacerlo con una joya que pueda lucir siempre no solo es adecuado, sino que es algo que te va a agradecer. La mayor recompensa será el bebé, pero la joya será un precioso reconocimiento a todo lo pasado para que esa nueva vida os cambie la vuestra.
Pero, ¿cuál es esa ocasión en la que se suele regalar una joya cara y no se debería? Si eres malpensado o malpensada seguro que ya la tienes en mente: tras una infidelidad. Algunas personas hacen esto para limpiar su mala conciencia pensando que, tal vez con algo muy caro, puedan compensar a la persona por su traición. Pero lo único correcto en estos casos es confesar y esperar que todo pueda arreglarse. Además, una joya sin motivo puede ser un gran motivo de confianza para una pareja que, tal vez, ya tenga la mosca detrás de la oreja.